Irlandeses en la guerra civil americana

Irlandeses en la guerra civil americana



La inmigración irlandesa a los Estados Unidos.


Desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad, Estados Unidos ha sido un país donde la cultura irlandesa ha tenido una especial relevancia nacional. Los lazos entre irlandeses y norteamericanos no son cosa del presente (como bien podemos observar durante festividades de San Patricio), sino que se remontan en el tiempo hasta la propia fundación de las trece colonias británicas en suelo americano. No obstante, el objeto de este post se centra en la influencia de los irlandeses en el devenir de la guerra civil americana.

En un primer lugar cabe preguntarse acerca de la posible relación entre los Estados Unidos de América (o su predecesor, las Trece Colonias) e Irlanda. A pesar de que a simple vista no parezcan naciones estrechamente relacionadas, lo cierto es que la realidad suscita tímidas evidencias que demuestran una historia jde inmigración masiva por parte de los irlandeses en los Estados Unidos. Esta inmigración vio dos momentos de remarcable apogeo:
  • ·         Durante la colonización del nuevo territorio por parte del Imperio Británico, las esperanzadoras noticias de una vida en ultramar, alejados de la vida en Europa, alentaron a cientos de miles de irlandeses para abandonar su nación de origen y emigrar a las colonias británicas. De esta manera, miles de irlandeses se asentaron en el nuevo mundo, estableciendo allí nuevas familias que aún perduran hoy en día.
  • ·         En el año 1845, los irlandeses fueron testigos de una de las mayores hambrunas que jamás ha visto el viejo continente. Provocada por una ineficiente distribución de los alimentos en la isla y por una terrible plaga que afectaba a las patatas, el alimento en Irlanda se encareció hasta llegar a unos límites insospechados. La patata era el pan de cada día para los irlandeses y, tras la llegada de la plaga del tizón tardío, la principal fuente de alimento para los irlandeses se vino abajo a toda prisa. Sin alimentos, el pueblo irlandés sufrió hasta el punto de verse obligado a dejar atrás Irlanda y marchar a nuevos destinos. Al ser Europa una tierra conflictiva y fragmentada, fueron muchos los irlandeses que pusieron el punto de mira sobre la tierra de las oportunidades, los Estados Unidos de América. A pesar de que no existan datos precisos, se estima que más de dos millones de irlandeses llegaron a Irlanda movidos por la gran hambruna irlandesa, nombre con el que pasó a la historia este aciago episodio de la historia nacional irlandesa.


El papel de los irlandeses en la guerra civil americana.


Cuando se hace mención de la guerra civil americana, lo lógico es pensar que los hombres que se jugaron la vida en los campos de batalla tan célebres como Fredericksburg, Antietam o Gettysburg eran americanos de nacimiento. Nada más lejos de la realidad, aquellos hombres que tanto hicieron por los Estados Unidos (independientemente de la ideología) no solo fueron americanos, sino que también intervinieron heroicamente miles de aquellos irlandeses que habían inmigrado a los Estados Unidos durante la gran hambruna irlandesa. Es cierto que, con datos sobre la mesa, la mayor parte de la sangre derramada durante la guerra civil americana fue producto nacional, pero una remarcable parte de los hombres que participaron en el conflicto fueron irlandeses, así como británicos e incluso alemanes y holandeses, quienes participaron en la defensa de Gettysburg durante el 1 de julio de 1863.



Con el estallido de la guerra civil americana, fueron muchos los irlandeses que se alistaron en los regimientos nacionales para participar en la contienda. A día de hoy nadie ha podido aportar datos exactos acerca de la participación de los irlandeses en cada bando, pero basándose en datos históricos y geográficos, los historiadores americanos estiman que el grueso de las tropas irlandesas luchó bajo la bandera de la unión. A pesar de hay quien defiende que hubo más irlandeses en las filas confederadas, existe mucha más información acerca de la participación irlandesa en la Unión que en la Confederación, así como una mayor influencia de la cultura irlandesa en zonas que pertenecieron al Norte durante la contienda.

El verdadero problema al que se enfrentaron los irlandeses durante la guerra civil americana radica más allá de los problemas entre la Unión y los Estados Confederados, ya que el verdadero reto de los irlandeses fue hacerse de respetar en las filas de ambos bandos, quienes, en un principio, veían a los irlandeses como oportunistas que habían acudido a la llamada a las armas para arrebatarles la gloria del combate a los americanos. Existen datos históricos que demuestran que los irlandeses eran marginados y excluidos del mando en muchas ocasiones, aunque, dicho sea de paso, los confederados se mostraron más abiertos a crear regimientos mixtos y a darles poder militar a los inmigrantes irlandeses dentro del propio ejército.


La brigada irlandesa



Existen diversos regimientos (y brigadas) que han pasado a la historia por sus heroicas acciones durante la guerra civil americana, ya sea en el bando unionista o confederado. Entre estos remarcables regimientos cabe hacer especial hincapié en la brigada irlandesa, cuya memoria sigue presente a día de hoy como una de las brigadas más temidas de la guerra civil. Formada íntegramente por irlandeses, se ganó la aprobación de sus camaradas unionistas y el miedo de sus enemigos. Quizás, el regimiento más famoso de la contienda (y puede que de toda la historia norteamericana) sea el 69º Regimiento de Nueva York, fundado en 1849 y vigente todavía a día de hoy. Luchó durante la guerra civil americana como parte de la Brigada Irlandesa, aunque también participó en primera guerra mundial. Entre 1861 y 1865, el lema del regimiento, “Faugh a Ballagh” (del gaélico tradicional, cuyo significado es “despejad el camino”), se convirtió en un símbolo del nacionalismo irlandés que sigue presente en la memoria norteamericana e irlandesa.



El bando confederado también pudo presumir de intervención irlandesa durante la contienda, y, a pesar de que sus voluntarios no alcanzaron la fama que sí que obtuvieron los irlandeses que lucharon por la Unión, dejaron un legado especialmente valioso en los Estados Confederados. Hay que decir que los irlandeses unionistas no vieron compatriotas suyos hacerse con el poder militar, ya que el alto mando de la Unión dejó los cargos más elevados del ejército a americanos de nacimiento. Los confederados, no obstante, vieron a seis generales de origen irlandés liderando a los hombres en batalla.

En el bando confederado, la filosofía con respecto a los irlandeses no fue la misma que la que aplicó la Unión, pues en lugar de crear regimientos estancos de irlandeses, los confederados optaron por mezclar a las tropas americanas con las irlandesas en los mismos regimientos. No obstante, sí que es cierto que algunos regimientos, así como el regimiento de voluntarios irlandeses de Charleston, estaban formados íntegramente por voluntarios de ultramar. Entre los regimientos confederados que más irlandeses vieron en sus filas cabe remarcar al regimiento de milicianos de Missouri, el 24º regimiento de Georgia, el 10º de Tennessee o el célebre regimiento de los tigres de Luisiana. El regimiento confederado más famoso fue el 33º regimiento de infantería de Virginia, cuyos integrantes (en gran parte irlandeses) pasaron a formar parte de la “Stonewall Brigade”, comandada por el general Stonewall Jackson. Fue precisamente este regimiento, el 33º de Virginia, quien entonase por primera vez el “grito rebelde” o “rebel yell” durante la primera batalla de Bull Run, que tan característico fue de los regimientos confederados durante la guerra civil. En efecto, uno de los símbolos más célebres de la memoria confederada fue invención de inmigrantes irlandeses.


El harpa de Erin y los estandartes irlandeses



Una curiosidad acerca de los regimientos irlandeses de la Unión es que se negaron a combatir bajo una bandera regimental norteamericana como la de cualquier otro regimiento. Durante la contienda, todo regimiento norteamericano debía de portar dos banderas: una bandera nacional de la Unión y la bandera del regimiento en cuestión. En el caso de los irlandeses unionistas, estos se negaron a combatir bajo una bandera impuesta por la Unión, de modo que llegaron al acuerdo de portar la bandera de la Unión y, por otra parte, su propia bandera, el harpa de Erin. Esta bandera hacía apología a su tierra, Irlanda (referida cariñosamente como Erin por los irlandeses), quienes a menudo incluían frases en gaélico y lemas nacionales en los estandartes regimentales.

El legado irlandés tras la guerra civil americana:



La influencia de las tropas irlandesas en la guerra civil americana no queda en sus heroicas acciones durante la contienda, sino que trasciende a una mayor profundidad, dejando un legado cultural de valor incalculable en los Estados Unidos de América.



Los irlandeses nos dejaron magníficas hazañas que relatar, entre las que cabría hacer mención a la misa del padre William Corby, el 2 de julio de 1863. Durante el segundo día de batalla en Gettysburg, la brigada irlandesa recibió la noticia de que entraría en combate a lo largo de la jornada, motivo por el que William Corby, uno de los capellanes de la brigada irlandesa, protagonizó una misa de proporciones épicas para librar de pecado a todos y cada uno de los irlandeses de aquella brigada. Su actuación fue recompensada, no solo con una magnífica pintura de Paul Wood, absolution under fire, sino también con una estatua en el mismo lugar de la misa, en el campo de batalla (ahora convertido en un museo nacional) de Gettysburg.


Composiciones musicales de la guerra civil americana



El legado irlandés también incluye el campo de la música, pues los irlandeses, con una merecida fama con los instrumentos y los cánticos folclóricos, amenizaron la contienda con composiciones musicales que perduran a día de hoy. Sería arduo y cansado enumerar todas y cada una de las obras irlandesas, por lo que centraré la atención en algunas de ellas, así como en uno de los artistas que ha dedicado su vida a preservar la historia de los irlandeses en Estados Unidos.

Entre las composiciones musicales más relevantes cabe remarcar obras como: my father’s gun, free and Green, the Irish Brigade o The Opinions of Paddy Magee. Todas estas composiciones centran su atención en la historia de los irlandeses que llegaron a los Estados Unidos, así como a las batallas y situaciones en las que participaron los irlandeses en la tierra del tío Sam. Claro está que estas composiciones presentan los hechos, evidentemente, con una clara subjetividad irlandesa, totalmente influenciada por la ideología de los autores de cada obra.



Una de las composiciones más bellas, si cabe, de la guerra civil, es la obra “Private Maguire”, donde se relata de primera mano la estrecha relación existente entre los soldados irlandeses y sus superiores. La composición enfatiza especialmente la convivencia pacífica y la proximidad entre los diferentes rangos del ejército, convirtiéndose en una pieza más que digna de ser escuchada al menos una vez.

Asimismo, la obra Free and Green, a la que hacía mención anteriormente, es otra bellísima composición musical donde se relata la muerte del capitán Samual Taggart, así como la honorable reacción de sus camaradas, quienes recogen el cuerpo de su capitán y lo devuelven a Irlanda, donde pueden enterrar sus restos mortales junto a su mujer. Queda presente, pues, como los irlandeses lo dan todo por luchar en un conflicto ajeno a ellos, pero sin renunciar a sus principios y tradiciones nacionales en ningún momento de la contienda.


David Kincaid




De la mano de las composiciones musicales cabe dedicar un párrafo al artista irlandés David Kincaid, quien ha dedicado su vida a propagar el legado irlandés por los Estados Unidos de América mediante el empleo de la música. Es un artista que sigue vendiendo discos a día de hoy, y cuyas obras merecen ser escuchadas por cualquiera que esté mínimamente interesado en el tema. Sus canciones están tanto en Spotify como en Youtube, por lo que encontrarlas no debería suponer ningún problema.

Irlandeses en la guerra civil



Resulta evidente que la cultura irlandesa tubo, tiene y tendrá un remarcable papel en la historia de los Estados Unidos. Irlanda ha acompañado a los Estados Unidos desde el primer momento, demostrando a los norteamericanos que, más que un pueblo con evidentes lazos culturales es un aliado en el que pueden relegar cuando sea prudente, así como en los tiempos de la guerra civil. Resulta llamativo que muchos norteamericanos hayan olvidado la historia de su tierra, la de sus padres, abuelos y toda una serie de antepasados que, muy probablemente, en algún momento de su vida hayan tenido contacto con aquellos valientes irlandeses que una vez cruzaron el Atlántico para llegar a la tierra de nuevas oportunidades.


Este ensayo histórico pertenece íntegramente al autor del blog, Labián Riquelme. 
Irlandeses en la guerra civil americana Irlandeses en la guerra civil americana Reviewed by Labián Riquelme on septiembre 05, 2020 Rating: 5
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